viernes, 11 de enero de 2008

VIAJES POR PLANCHA


“Ding dong ding dong ding dong” Estoy de visita en casa de mis padres y llaman insistentemente al timbre, mi padre cabecea mientras hace que prepara las clases del máster (del universo. Lo siento, me sale de corrido). Mis abuelas están sordas, una más que otra, pero para oir el timbre lo mismo da, ninguna lo oye.

Abro la puerta y es mi madre, que cuando está iracunda no es capaz de encontrar las llaves en el bolso.

Está iracunda porque Menaje del Hogar está intentando estafarle, no dos ni tres, sino diez euros de vellón. Que lo mismo daría si fueran dos, porque una estafa es una estafa, y tus céntimos son tan tuyos como tus euros, y duele igual cuando te los quitan con malas artes y mala fe, como es el caso.

Mi madre compró hace cuatro días una plancha en Menaje del Hogar: 60 euros; dos días después vio la misma plancha (misma marca, mismo modelo) diez (repito, diez) euros más barata en el CorteInglés. Sí, precísamente en el sitio con fama de caro (fama merecida, no vayamos a llevarnos a engaño).

Así que compró la plancha en el CorteInglés con la intención de devolver la que había comprado en Menaje del Hogar.

Cuando ayer abrí la puerta de su casa, mi madre estaba iracunda, con una bolsa en la mano. En la bolsa, de Menaje del Hogar, podía leerse: “Nadie vende más barato”. Y dentro de la bolsa estaba la plancha.

“Quita” Me dice (cuando mi madre está iracunda no entiende de besos) “que voy a pelearme con los imbéciles estos del Hogar” (Esté iracunda o no, tiene dificultades para acertar con los nombres).

Le pregunto (apartándome prudentemente de su camino) qué pasa y me cuenta que ha llevado la plancha a Menaje del Hogar para devolverla. “¡Qué no devuelven el dinero, me han dicho!” Mi madre es “fans” de la “devolución del importe”. “¡Qué me hacen un vale! ¿Para qué quiero yo un vale si es más caro que El CorteInglés?” Mi madre también es “fans” del CorteInglés, pero el caso es que tiene razón. ¿Para qué iba a querer ella un vale de un sitio que vende las planchas diez euros más caras que El CorteInglés?

Parece ser que en ese punto ha montado en cólera, como sólo ella sabe hacerlo: “¡En ese cartel dice que venden ustedes más barato que nadie!” Por lo visto, Menaje del Hogar está forrado de lonas que rezan “Nadie vende tan barato”. Así que mi madre amenaza con las acciones legales: “¡Les voy a denunciar!¡Me están ustedes engañando!”

La señorita, probablemente impresionada por la cólera desatada, le confiesa a mi madre que si le demuestra que en otro sitio venden la plancha más barata, le devolverán la diferencia. Así que mi madre, muy ufana, desenfunda el tiket del CorteInglés que demuestra los hechos.

“Pero es que aquí dice “pequeño electrodoméstico”, señora, esto puede ser cualquier cosa. No especifica”

Mi madre, bizca, mira el tiket y luego a la señorita. “¿Y qué quiere?¿Que le traiga la plancha?”

“Pues si” Dice la dependienta. Así que mi madre agarra su tiket del CorteInglés, agarra su plancha cara, da media vuelta y sale hecha un basilisco en dirección a casa.

Y aquí, en este punto, es donde yo le abro la puerta a una madre iracunda que viene a por su plancha barata para demostrarle a la señorita que ella no miente.

Por supuesto, yo esto no me lo pierdo: recojo mi abrigo, mi bolso y su plancha barata y me voy con ella y su indignación.

En Menaje del Hogar entramos a camara lenta, como en Matrix, las cabezas altas y las planchas en ristre. Pasamos al tipo de seguridad, que no se atreve a decirnos nada. Mi madre se dirije directamente a la dependienta que ha puesto en duda su honor y su credibilidad. Yo le cubro las espaldas.

“¡Pues aquí estoy” Le dice a la señorita arrancando la bolsa del CorteInglés de mis manos y balanceándola en las narices de la chica. Ella, atónita y algo acobardada, todo hay que decirlo, se asoma a la bolsa del CorteInglés y confirma que la caja que hay dentro pertenece a una plancha de la misma marca y modelo que la plancha cara que mi madre ha comprado en esta tienda.

“Pues tiene usted razón” dice muy bajito. No se si por regodearse o porque esperaba otra respuesta, mi madre pregunta: “¿Qué?”. “Que tiene usted razón, que ha demostrado usted que esta plancha es más barata y le daremos la diferencia”.

Y con esto engancha a un compañero (supongo que el encargado) y le dice “Esta señora ha demostrado que esta plancha que ha comprado en otro sitio es más barata que esta otra, que es igual, que ha comprado aquí. Hay que devolverle la diferencia.” y dirigiéndose a mi madre: “Ya le atiende mi compañero”.

El compañero va a la caja y le dice a la cajera que le devuelva a mi madre la diferencia, sus diez euros. Mi madre parece un poco más alta.

Y ahora, turno de dudas, cuestiones y preguntas:

¿Qué demuestra un objeto que no haya demostrado ya un tiket? Quiero decir, si en el tiket dice pequeño electrodoméstico y puede referirse a cualquier pequeño electrodoméstico, ¿Por qué la presencia de la plancha disipa esta duda? Mi madre podría haber llevado la plancha y un tiket de la compra de una minipimer en el que dijera “pequeño electrodoméstico: 35 euros” y haberse llevado una diferencia aún mayor.

Voy más allá: ¿Qué demuestra la caja de una plancha que no demuestre un tiket? Nadie verificó el contenido de la caja de la plancha barata, que hubiera podido estar vacía...

Y lo que es más importante: ¿Qué hubiera pasado si mi madre no hubiera comprado la plancha? ¿Cómo se supone que demuestras que has encontrado el mismo producto más barato? ¿Llamas a un notario? (están carísimos, los notarios). ¿Y si la plancha más barata la has encontrado en un bazar que no acepta devolución del importe? No la puedes comprar, llevarla como prueba palpable a Menaje del Hogar y luego devolverla.

Viaje uno: compra de la plancha cara en Menaje del Hogar; viaje dos: compra de la plancha barata en El CorteInglés; viaje tres: intento de devolución de la plancha cara en Menaje del Hogar; viaje cuatro: recojida de la plancha barata como prueba en casa; viaje cinco: devolución de la diferencia de la plancha cara en Menaje del Hogar; viaje seis: devolución del importe completo de la plancha barata en El CorteInglés.

Seis viajes para comprar una plancha son demasiados viajes. La próxima vez mi madre comprará directamente en El CorteInglés.

Menaje del Hogar hace publicidad engañosa: No sólo no vende más barato que nadie (diez euros de diferencia en un importe de 60 es mucha diferencia) sino que no te devuelve la diferencia. No hasta que te han convertido en una fanática peligrosa.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Pues, claro, Pani, como en la Fnac en aquellos tiempos en los que también decían que vendían más barato que los demás (y no sé si lo siguen diciendo), y era una de las mentiras más gordas que he visto en mi vida...
Por cierto, Pani, que hoy he perdido mi móvil (snif snif) y cuando he llamado a Movistar para dar de baja la línea y que nadie usara mi teléfono para llamar a Taiwán, me he tirado 15 minutos de reloj con las dichosas grabaciones...

PANI dijo...

Las grabaciones merecen un post para ellas solas... Es increíble cómo proliferan cuando la gente las odia, las detesta y además provocan ataques de ira y de violencia incontrolada que bien pueden acabar con la decoración del salón. Si no lanzaste el cenicero contra la ventana, te puedes dar con un canto en los dientes, cielo.
En cuanto a la FNAC, mi madre montó otro pollo allí que no veas, a puntito de llamar a la policía estuvimos todos, tanto los dependientes como nosotras...