domingo, 1 de mayo de 2011

AMENAZAS II

Quiero pedir disculpas públicamente a todas aquellas personas que han leído y/o han publicado en la entrada MAO, que ha sido suprimida por motivos ajenos a mi voluntad.
He recibido amenazas de diversa índole y se han utilizado medios ilegales, suplantando la personalidad de las fuerzas policiales, para obtener mi dirección. Lo último ha sido una carta en la que se me advertía de una inminente denuncia, lo que ha sido la gota que ha colmado el vaso.
No quiero resolver esto a través de este blog, de modo que lo haremos en los tribunales si fuera necesario y sólo cuando esté resuelto el asunto, si es mi deseo, volveré a publicar la entrada con todas las de la ley, y nunca mejor dicho. A fin de cuentas, todo cuanto en ella se describía era la verdad y nada más que la verdad.
Nada más, por el momento. Hasta pronto.

miércoles, 10 de marzo de 2010

AMENAZAS

El 11 de enero de 2010 la entrada de este blog titulada "La bola negra" recibió el siguiente comentario en el que soy objeto de amenazas y coacciones:

Muy bien Pani, o deberiamos decir mejor X (en este punto da un nombre), ya te has divertido bastante criticando y difamando a empresas, particulares, propios y extraños, llegó la hora de echar el cierre a tu pequeño lodazal bloguero o atenerte a las consecuencias por tanta infamia, injuria, calumnia y difamación. ¿Porqué delito prefires recibir una querella?, ¿o mejor prefieres que pongamos a diseñar a alguno de tus colegas diseñadores una bonita campaña de "imagen" sobre ti?. Tienes 24 horas para eliminar tu blog e ir pensando en limitarte a escribir sobre diseño en el próximo o recibir una querella en tu domicilio familiar de X (en este punto da una dirección) a nombre de X (repite el nombre), con DNI nº X (un número de DNI). ¿O prefieres mejor ser ahora tu la protagonista de una bonita campaña de descalificaciones, injurias, calumnias y difamaciones en internet, tu barrio y tu actual puesto de trabajo?. ¿Quieres comprobar cuantas cosas "bonitas" podemos contar sobre ti y sobre tu familia?. ¿Quieres que empecemos por contar algunas lindezas sobre su hija a tus papis llamándoles al X (en este punto da un número de teléfono)... Es justo, ¿no?, ya que tu te has divertido tanto injuriando a los demás ahora le toca a los demas divertirse un poquito contigo, ¿o prefieres hacer desaparecer tu blog, desaparecer tu de internet y vivir tranquila?...

El comentario ha sido modificado por motivos de seguridad y por protección de datos.

El resultado de las coacciones y las amenazas es la modificación de una de las entradas de este blog, concretamente me he visto obligada a moderar y eliminar los comentarios a la misma. Aquellos que entraban en el terreno de lo personal han sido eliminados.

Lamento haber tenido que llegar a esto.

miércoles, 10 de junio de 2009

RECOMENDACIONES DE LA OCU

Como siempre, sorteando timadores.

Este documento es una pequeña ayuda para sortear a alguno de los más constantes: las eléctricas.

No aceptéis ninguna oferta de comercializadoras de las eléctricas antes del 1 de julio.

La OCU advierte del peligro de salir al mercado libre antes del 1 de julio

Recomienda a los usuarios de electricidad que no acepten ninguna oferta de
comercializadoras ante la falta de transparencia de las y condiciones y
ofertas de la Tarifa de Último Recurso

Madrid, 14 de mayo de 2009. La OCU advierte a los consumidores del riesgo
que supone, en estos momentos, pasar al mercado libre de electricidad, ya que no se
conocen todavía cuáles serán las condiciones de la nueva Tarifa de Ultimo Recurso
(TUR), del nuevo Bono Social y de las ofertas que las empresas comercializadoras de
electricidad hagan a partir de ese momento.

Las compañías distribuidoras de electricidad, cumpliendo la normativa vigente, están empezando a comunicar a sus clientes que con la entrada en vigor el próximo 1 de julio de la Tarifa de Ultimo Recurso (TUR) dejan de ser sus clientes y que deben elegir una comercializadora que les suministre la electricidad ya sea con tarifas libremente pactadas o con la Tarifa de Último Recurso.

La OCU recuerda que el cliente en ningún momento dejará de tener suministro
eléctrico, y que si no firman ni aceptan ninguna oferta, automáticamente serán
traspasados el día 1 de Julio a la comercializadora de su propia distribuidora, y
mantendrán la Tarifa de Último Recurso, sin ningún tipo de compromiso de
permanencia.

La OCU insiste que, si acepta ahora una oferta de una empresa comercializadora, incluida la de su propia distribuidora, pasará al mercado libre, atado con un contrato de una duración mínima de 12 meses y renunciando así a nuevas ofertas que previsiblemente se produzcan a partir del 1 de Julio.

Otro problema añadido es la escasa transparencia de las empresas
comercializadoras con contratos y tarifas no comunicados ni revisados por ningún
organismo, dificulta que los consumidores conozcan todas las características de los
contratos (duración, condiciones de renovación, condiciones de cancelación,
penalizaciones en caso de baja…) y la tarifa exacta que le aplicarán durante toda la
duración del contrato.

La OCU recuerda que el anunciado Bono Social, del que aún quedan muchos
detalles por conocer, estará dirigido entre otros colectivos a familias numerosas,
familias con todos sus miembros parados, pensionistas con ingresos mínimos… pero
sólo estará disponible para clientes con la Tarifa de Último Recurso por lo que si pasan a mercado libre no podrán beneficiarse de la misma.

La OCU advierte, además, a los clientes con potencia contratada superior a 10 kW, en su mayoría antiguos clientes con tarifa nocturna, que el Gobierno les deja sin
Tarifa de Último Recurso y obligatoriamente deberán contratar con una comercializadora en el mercado libre. De lo contrario se les aplicará una tarifa más
elevada que se incrementará progresivamente, pudiendo llegar en último término a
quedarse sin suministro eléctrico. A fecha de hoy, las empresas suministradoras de
electricidad no han lanzado al mercado ofertas similares a la Tarifa de Discriminación
Horario o Nocturna.

Por todo ello la OCU recomienda a los consumidores que no contesten a las
cartas de su distribuidora y que no acepten ofertas por parte de las compañías
suministradoras de electricidad hasta que se clarifiquen las distintas condiciones y
tarifas a aplicar a partir del 1 de Julio.

La OCU denuncia la absoluta improvisación y falta de transparencia con la que
se ha desarrollado el tránsito hacia la plena liberalización del mercado de la electricidad y la puesta en marcha de la TUR, ya que cuando apenas faltan 45 días para su entrada en vigor, el Ministerio de Industria no ha aclarado la condiciones y tarifas a aplicar a los Consumidores a partir del 1 de Julio.

viernes, 30 de enero de 2009

GILIPOLLAS

Globalia, la compañía para la que solía trabajar, anuncia, así de ufana, que ha aumentado sus beneficios hasta un 40% este año, crisis incluida.

 

Lo que no anuncia, ufana o no, es que ha despedido a más de cien empleados (no se cuantos más, pero podrían ser muchos) el año pasado, justo antes de Navidad, y vuelve a la carga ahora con otros tantos despidos en Travelplan y sabe Dios en cuantas divisiones de negocio más...

 

Ni siquiera se han tomado la molestia de declarar un ERE (Expediente de Regulación de Empleo), porque no les compensaría, claro.

 

Me consta que chanchullean, que tratan de ratear de aquí y de allí, que rapiñean las indemnizaciones y los finiquitos. Me consta porque a mi me hicieron la de “la bola negra” (ver post).

 

Hace mucho que no escribo... quería escribir algo más divertido, al menos más ácido, pero me falta el humor cuando tengo de decir algo de los Hidalgo, porque no caer en el insulto zafio y barriobajero cuando hablo de esta familia me cuesta el humor...

 

Ya sabíamos que ellos, los Hidalgo, los bancos, los poderosos, las eléctricas, etc. no iban a perder ni un céntimo en esta crisis; ya sabíamos que nos tocaría a nosotros pagar más para evitar sus pérdidas, pero el saberlo no hace que joda menos...

 

Me van a perdonar, pero ahora el insulto nos lo dedico a todos nosotros: Somos gilipollas de solemnidad.

 

Y seguimos consintiendo, y seguimos bajando la cabeza, ofreciendo la otra mejilla cuando no el mismísimo culo, seguimos callados, inmóviles... ¿Qué estamos esperando? Ya hay personas, vecinos suyos y míos, que han lo han perdido todo, el empleo, la casa, la familia, nuestros vecinos no tienen nada que ofrecerle a sus hijos y todo lo que escuchamos del Gobierno es que nos tiene en cuenta, que piensa en los parados, que considerará a aquellas personas que han perdido sus empleos con 50 años... Y todo lo que obtenemos de la oposición son promesas opulentas absolutamente vacías de contenido...

 

Lo dejo, que me hago mala sangre, que para gilipollas, la que suscribe, la primera.

 

Artículo publicado en www.franquiciashoy.com, el 29 de enero de 2009.

http://www.franquiciashoy.es/noticias/20315/29/01/2009.html

 

29/01/2009

GLOBALIA AUMENTA SU BENEFICIO ANUAL EN UN 40%

Factura 21 millones de euros  

 

El grupo turístico Globalia, que integra compañías como Air Europa, Halcón Viajes, Pepecar o Travelplan, cerró el ejercicio 2008 (de noviembre a octubre) con unos ingresos agregados de 3.921 millones de euros, cifra que sitúa a la compañía en el mismo nivel del pasado año. Sin embargo, el beneficio consolidado neto aumentó significativamente, pasando de los 15,1 millones de 2007 a los 21,1 de 2008, lo que supone un incremento del 40%.

 

Juan José Hidalgo, presidente del grupo, ha valorado las cifras como “muy positivas”, ya que “demuestran que Globalia ha sabido hacer frente con indudable éxito a los retos de un ejercicio especialmente difícil para el sector”. “Hemos mantenido el nivel de facturación –resumió- y hemos aumentado sustancialmente los beneficios”.

 

La compañía Air Europa finalizó el ejercicio 2008 con una flota de 41 aeronaves (treinta y dos Boeing 737-800, tres Boeing 767-300 y seis Airbus 330-200) y unos ingresos de 1.300 millones de euros, que representan un incremento del 9,5 por ciento respecto al ejercicio anterior. Durante el último año, Air Europa transportó casi 10 millones de pasajeros, cifra muy similar a la del año pasado, con un número de vuelos operados también similares: 65.881.

 

La división minorista, integrada por Halcón Viajes y Viajes Ecuador, cuenta con 1.253 agencias en España y 136 en Portugal. En total, 1.389 oficinas, frente a las 1.403 del ejercicio 2007. La facturación, por su parte, alcanzó los 1.389 millones de euros.

 

Travelplan, la mayorista del grupo, comercializó durante el ejercicio 2008 un millón y medio de paquetes turísticos, lo que la sitúa cómo uno de los líderes en diferentes segmentos de actividad dentro del sector.

Oasis Hotels & Resorts, la cadena hotelera de Globalia, ha cumplido para la compañía su plan de expansión y ha cerrado el ejercicio gestionando 38 establecimientos con un total de 11.599 habitaciones. Estos hoteles se encuentran tanto en España como en el Caribe, especialmente en Cuba, República Dominicana y México.

 

Por su parte, Groundforce, la compañía de handling aeroportuario, abandonó en 2008 la sociedad conjunta con TAP en Portugal, al tiempo que reforzaba su participación en las operaciones de la división en España y Marruecos. Al cierre del ejercicio, prestaba asistencia a más de 300 compañías en los principales aeropuertos españoles (entre ellos Madrid y Barcelona), otros seis en Marruecos y dos en México.

 

“Estoy muy satisfecho de los resultados –declaró Juan José Hidalgo- porque confirman que Globalia ha finalizado el ejercicio 2008 considerablemente reforzada, y porque estamos en una inmejorable posición para afrontar el futuro”.

 

El objetivo del presidente es seguir creciendo, tanto orgánicamente como a través de posibles adquisiciones de empresas. El grupo ha adquirido tubillete.com y no descartan otras adquisiciones de empresas o grupos del sector, incluyendo el grupo turístico Orizonia respecto al que señaló “es conocido que hemos mantenido conversaciones”.

viernes, 19 de diciembre de 2008

NUNCA LLUEVE A GUSTO DE TODOS

Es cierto eso que dicen de que “nunca llueve a gusto de todos”.

 

Aclaro, lo primero, que soy uno de esos raros a los que les gusta el frío y la lluvia. Me encanta el sol, y lo necesito, pero si es con frío, mejor, porque, en realidad, lo que no aguanto es el calor.

 

Pero no voy a hablar del tiempo, como si fuera esto un ascensor, no, voy a hablar de la lluvia, y de lo peor de la lluvia: los paraguas.

 

Como digo, no me importa que llueva, me gusta. Lo que no soporto es ese invento del demonio llamado paraguas.

 

Nos escandalizamos porque en los States uno puede comprar un rifle en una panadería, pero no nos damos cuenta de que aquí mismo, en esta, nuestra España, las armas las venden los chinos a dos euros en las esquinas y a la salida del metro.

 

Vale, no son armas de fuego, pero nadie me negará que calificarlos de arma blanca no es errar demasiado...

 

Un paraguas cerrado es un palo con mango acabado en punta; o sea: una lanza. Una lanza que la gente lleva agarrado alegremente, balanceándolo incluso, de alante atrás, hasta que te lo clava en la espinilla.

 

Si esto resulta ya horripilante, un paraguas abierto es aún peor. Un paraguas abierto es la misma lanza, pero en este caso con la punta rodeada de entre ocho y doce lancetas, dispuestas en círculo y hacia afuera.

 

Ni a la mente más retorcida del ejército se le ocurrió nunca una idea tan aberrante, un mecanismo al tiempo de defensa y de ataque mortal. Un acorazado utilitario.

 

Si lo usaran en los campos de batalla, me parecería atroz, pero es que lo utilizan en las calles de las ciudades, ¡En las calles, señores! ¡Que hay niños!

 

Para colmo, el usuario común de este enjendro demoníaco no tiene ni puta idea de que lo que lleva en esa mano inconsciente es un arma de matar gente.

 

Caminan acorazados, debajo de la tela del paraguas, rodeados de pinchos con los que se abren paso entre el resto de los viandantes. No se molestan siquiera en mirar a quién abaten.

 

De pronto sientes un objeto filoso que lucha por penetrar en tu cráneo indefenso. Alarmado, te das la vuelta, y ahí está ella: la señora de ciento ochenta años, con su abrigo de piel y un paraguas del tamaño de una sombrilla de playa.

 

No vayan a pensar que por habernos dado la vuelta y haberla mirado con indignación estamos a salvo, nada más lejos.

 

Si no andamos con ojo, perderemos el idem. La señora seguirá intentando seguir por su camino, tiene un arma y tu eres un incordio. Ni levantará ni ladeará el paraguas en son de paz para que podáis seguir cada uno por vuestro lado. El paraguas se convierte en símbolo de poder y ella no dará su brazo a torcer. Si quieres salvar tu ojo, más vale seas ducho en el arte del cuello de goma. Un bamboleo rápido de cabeza a tiempo puede salvarte del pasado look pirata. ya saben, una retirada a tiempo es una victoria.

 

Pero no son sólo las señoras de 180 años. El número de descerebrados armados crece cada día y somos menos, cada vez, los inconscientes que nos tiramos a la calle sin un triste escudo...

 

Me declaro pacifista, y por tanto de la liga antiparaguas. Pacifista sí,  pero no tonta. Por eso propongo que les plantemos cara, que ya está bien, hagámosles ver que sus corazas no podrán con nosotros. ¡A las armas!

 

Propongo un paraguas sin tela (para qué las sutilezas: ¡Es la guerra!), la lanza y las lancetas, el palo y las varillas, y a ver quién puede más. El día menos pensado lo hago.

viernes, 7 de noviembre de 2008

INOPERANTES

Operadores se llaman, jajajaja... (Risa histérica)

 

Hace mucho, mucho tiempo, en 2006 concrétamente, la que suscribe cometió un error terrible; un error que pagaría cada uno de los días de los tres meses que siguieron.


¿El error? Intentar, inconsciente de mi, cambiar de operador, de Telefónica a Jazztel.

 

Yo pagaba mucho más que otros amigos y compañeros por una calidad de servicio que distaba poco o nada de la que ellos recibían de otros operadores.

 

Llamé a Jazztel, que por aquel entonces tenía una oferta tentadora, me informé de las condiciones, los términos y los precios e hice, inconsciente de mi, una grabación de voz autorizando a éste operador a llevar a cabo las gestiones y operaciones necesarias para realizar la portabilidad.

 

Portabilidad: dícese de coger tu número de teléfono y llevártelo, desairado, si es que procede, a otro operador, eah!.

 

Se ve que lo de la portabilidad les duele, que perder un número es casi peor que perder un cliente. Si te das de baja, si das de baja tu línea, les duele menos que si se la confías a otro operador.

 

¿En qué se nota? En que, pese a la manifiesta ilegalidad del asunto, los operadores entran en una guerra encarnizada que te deja a ti, cliente, en medio, desamparado y en un profundo estado de indefensión y desconcierto.

 

Comenzó con esta grabación de la que os hablo un calvario de tres meses indescriptible. Sólo aquel que lo ha vivido conoce el extremo de esta desesperación.

 

A la semana, más o menos, me quedé sin línea, es decir, sin teléfono y sin internet.

 

Al principio no me preocupé: Jazztel ya me había advertido de que en algún momento y durante un periodo corto, estaría sin línea.

 

Esperé unos días y, ante la ausencia de noticias, llamé a Jazztel. Subrayo: Llamé YO a Jazztel, y no al contrario. Jazztel en ningún momento hizo por ponerse en contacto conmigo.

 

Me dijeron que ellos no tenían nada que ver con el corte de la línea, que tenía que ser cosa de Telefónica y que, en ausencia de línea, no podían proporcionarme los servicios contratados.

 

Lejos de ofrecerse siquiera a solucionar ellos el problema (¿para qué narices había grabado yo mi voz diciendo que sÍ, que les autorizaba a todo lo que ellos quisieran y más, si luego me lo tenía que resolver yo, que era precisamente lo que yo no quería...?) me dijeron que lo tenía que gestionar yo.

 

Llamé a Telefónica, inconsciente de mi, y, tras sortear las pertinentes (o impertinentes) y descorazonadoras grabaciones de un menú absurdo, hablé con el primero de una larga y espesa lista de inoperantes operadores, telefonistas o comerciales, como se quieran llamar. Lo importante aquí es el adjetivo: inoperantes, ineptos, inútiles... Un muro infranqueable de ineptitud, ignorancia e indeferencia.

 

Este primer operador inoperante me pasó, casi sin pestañear y en lo que sería el comienzo de un circulo vicioso infinito, con incidencias técnicas, con el 1002.

 

Aquí el protocolo, me lo se de memoria, es como sigue:

 

Yo: No tengo línea

Operador Inoperante: ¿Cuántos aparatos telefónicos tiene en casa?

Y: Uno

OI:¿Ha probado a conectarlo directamente al PTR?

 

Inciso: Cuando has pasado por una experiencia traumática como la que estoy relatando, ya no se te escapa lo que es un PTR. El PTR es un cajetín que lleva el cable de teléfono a tu casa. En el cajetín hay una conexión en la que se puede introducir la clavija del teléfono directamente. De esta manera, si no tienes teléfono, pero aquí te da línea, significa que la avería la tienes en casa y que te va a costar como poco y por lo pronto 50 pavos en concepto de transporte. Vamos, que en lugar de un metrobús, el técnico se agencia un abono transportes cada vez que va a tu casa.

 

Retomo:

OI: ¿Ha probado a conectarlo diréctamente al PTR?

Y: Si

OI: ¿Y no tiene línea?

Y: No (Pensando “Mierda, ya me ha tocado un inútil”)

 

Llegados a este punto se puede decir que aquí termina el protocolo de atención al cliente en incidencias técnicas de Telefónica: “¿Ha probado en el PTR?” es todo.

 

A partir de aquí te preguntan tu nombre, apellidos, dirección... que yo me pregunto... ¿No se supone que los tienen ya? ¿Es que en Telefónica siguen trabajando con pedacitos de papel o post-it? Nombre, apellidos, dirección y... ¡¡Teléfono de contacto!! ¡¡Pero si no tengo!! Piensas... ¿Qué sucede si soy un sin-amigos, un solitario, un huraño y un ermitaño y no tengo móvil porque no me da la santa gana y lo único que tengo es un teléfono de mierda que me alquila (¡¡Me alquila!!) Telefónica y que ahora no funciona?

 

Sucede que te jodes.

 

Una vez le has dado tus datos, la conversación se da por terminada.

 

Al cabo de unas horas me llamó un tercer operador inoperante que me dijo que la línea de la que hablábamos ya no pertenecía a Telefónica, que pertenecía a Jazztel.

 

Atónita, cabreada e indignada, llamé de nuevo a Jazztel y descargué mi ira con otro, otro más, operador inoperante que aguantó el chaparrón y me dijo que no, que la línea no era de Jazztel, que era de Telefónica.

 

Aquí, y era pronto, ya se mi hizo un nudo en la garganta.

 

De nuevo llamé al 1004 y, de nuevo, sorteé, esta vez a gritos, las grabaciones del menú absurdo. Finalmente me atendió un ser humano tan inteligente como una grabación.

 

Le conté mi problema y me dijo que sí, que al él le constaba en el sistema (El Sistema... Un día deberían hacer una peli de terror psicológico con ese título) que la línea, efectivamente, era de Telefónica.

 

Le expliqué, con los restos maltrechos de mi paciencia, que en el 1002 me habían asegurado que la línea era de Jazztel.

 

“No, no, la línea es nuestra” me dijo, “Le voy a pasar con incidencias”. Y antes de que pudiera decir “Esta boca es mía” me había pasado con el 1002.

 

“¿Ha probado a conectar el teléfono directamente al PTR?”

 

“¿Están de coña?” Me pregunté...

 

Le conté mi problema y el operador inoperante me preguntó, impertérrito, mis datos y un teléfono de contacto.

 

Uno tiende a pensar que no están allí sentados, leyendo, haciendo un crucigrama o limándose las uñas mientras contestan mecánicamente a nuestras llamadas... uno tiende a pensar que toman alguna nota, que introducen en el maldito sistema algo de lo que les dices, aunque sólo sean tus datos y tu teléfono de contacto, pero no. Nos equivocamos. O el sistema es un sistema de post-it o es que pasan ampliamente de tu culo. Me inclino por lo segundo, aunque no descarto lo primero.

 

Cuando me llamó el inútil del 1002 para diagnosticar mi avería me dijo que la línea pertenecía a Jazztel. Le expliqué que acababa de hablar con un compañero suyo en el 1004 y que éste había comprobado en el sistema que la línea era de Telefónica.

 

OI: Pues aquí me consta que la línea es de Jazztel, y mientras sea así yo no puedo hacer nada. Tiene que llamar al 1004.

Y: Le estoy diciendo que he hablado con un compañero suyo en el 1004 y me asegura que la línea es de Telefónica.

OI: Pues yo no puedo hacer nada. ¿Le puedo ayudar en algo más?

Y: No. Me puedes ayudar en esto. Puedes hablar con el 1004 y aclarar esto.

OI: Lo siento, pero no tengo transfer directo con el 1004

 

Ni se lo que es el transfer directo ni me importa. La conclusión de todo esto es que había entrado en un bucle temporal, en una espiral sin sentido, en una pesadilla de la que no despertaría en mucho, mucho tiempo.

 

Cientos de inútiles después, siete u ocho al día, cada día de la semana, me llegó una carta de Telefónica: ¡¡Una factura!! Una factura en la que se me cobraba mi línea, mis llamadas y mi ADSL. No podía creerlo, no daba crédito.

 

¿Cómo era posible que estuvieran cobrándome los servicios cuando a) llevaba un mes llamando a diario para decir que no tenía línea y b) en el 1002, además, me aseguraban que la línea no era de Telefónica sino de Jazztel?

 

Llamé al 1004 por enésima vez, hecha un basilisco, y me dijeron, por enésima vez que la línea sí era de Telefónica y que por eso me había llegado la factura. “¡¡¡Pero si llevo un puto mes sin línea!!!”

 

“Dejo constancia de su reclamación para que le devuelvan el importe de la factura y le paso con incidencias en el 1002”

 

Por lo pronto ya sabía que me iban a seguir cobrando. Que tendría que ser yo la que llamase y reclamase para que me devolvieran el dinero. Y que, una y otra vez, siguiese la vía que siguiese, acabaría en el 1002 asegurando que sí, que había probado a conectar el teléfono directamente al PTR.

 

Todos los días, además, llamaba a Jazztel, desesperada porque eran ellos, y no yo, los que tenían que estar haciendo lo que yo estaba haciendo.

 

Unos días eran mejor que otros. Unos días me daba la risa floja; otros, la risa histérica; otros, chillaba e incluso insultaba... y otros llegaba al borde de las lágrimas. Me estaba volviendo loca.

 

Finalmente, en Jazztel, casi ni contestaban a mis llamadas... Yo creo que ya sabían quién era... los inoperantes reconocían mi voz, saltaban las alarmas, y nadie cogía el teléfono.

 

Un día, en mayo, alguien contestó a una de esas llamadas y me informó de que me había dado de baja. ¡¡¡¿¿Cómo??!!! Me dijo que YO había llamado y solicitado la baja del servicio con fecha tal de mayo a las tal horas y cual minutos.

 

Flipé. Era el colmo del absurdo. Primero, llevaba días sin que me contestaran al teléfono. Segundo, en ningún momento yo había hecho ninguna grabación de voz solicitando mi baja del servicio. Y tercero y más importante: ¿Desde cuándo es tan fácil que te den de baja de un sitio de estos?

 

¡¡Se lo habían inventado!! ¡Me habían dado de baja sin mi consentimiento! Exigí que me pusieran la grabación con mi voz pidiendo la baja. Por supuesto, no podían hacer eso...

 

El sentimiento de impotencia es indescriptible.

 

En Telefónica, por otro lado, seguía igual, reclamando las facturas, explicando que no tenía línea, asegurando que había probado en el PTR, dando mis datos y un teléfono de contacto un millón de veces al mismo departamento, escuchando una y otra vez el mismo sinsentido: Su línea pertenece a Jazztel. ¡¡¡Pero si me han borrado!!! Les gritaba ¡¡¡Me han borrado!!!

 

Al borde de la locura, de la pérdida de la razón, absolutamente desesperada e impotente, solicité a Telefónica de nuevo sus servicios. Llamadas nacionales y ADSL: 65€.  Habría pagado 150€ si me los hubieran pedido. Me había rendido. Habían ganado la batalla.

 

Solicité a Telefónica de nuevo sus servicios y ya nadie volvió a poner en duda que mi línea perteneciera a Telefónica. Curioso.

 

Lo más gracioso de todo esto es que ahora, dos años después, he vuelto a caer. He vuelto a tropezar con la misma piedra, inconsciente de mi...

 

He vuelto a grabar mi voz autorizando a otro operador, esta vez Orange, a realizar las gestiones oportunas para llevar a cabo la portabilidad de mi número.

 

Siete u ocho días después no tenía línea. La llamada de rigor a Orange dio el resultado que yo ya sospechaba: ellos no habían tenido nada que ver. La línea la había cortado Telefónica.

 

Me eché a temblar, me entraron sudores fríos y se me puso un nudo en la boca del estómago. Me volvieron todos los recuerdos de golpe... ¡¡¡Noooooooo!!! ¡¡¡Otra vez nooooooo!!!

 

Llamé a Telefónica y en el 1004 me pasaron con el 1002.

 

“¿Ha probado la línea en el PTR?”

 

Me pidieron los datos y un teléfono de contacto.

 

Al cabo de unas horas me llamó el inútil de turno. Yo ya anticipaba lo que me iba a decir, un escalofrío recorría mi espalda y podía oir esa voz cargada de instulticia decirme que mi línea pertenecía a Orange...

 

Para lo que no estaba preparada es para lo que realmente me dijo:

 

“Señora, aquí me consta que su línea pertenece a JAZZTEL”

“¡¡¡¿¿Cómo??!!! Miro alrededor, no se muy bien si buscando una cámara oculta o algo que me confirme que he viajado dos años atras en el tiempo...

“Si, señora, pertenece a Jazztel desde marzo de 2006”

“Pero vamos a ver” le digo “si yo llevo todo este tiempo recibiendo los servicios de Telefónica y pagando ¿me entiende? pagando los servicios a Telefónica ¿Cómo va a ser la línea de Jazztel?”

“No se, señora. Aquí me dice que la línea es de Jazztel y mientras diga eso yo no puedo hacer nada. Tiene que llamar al 1004”

 

De nuevo en el 1004, sorteando grabaciones de un menú absurdo, hasta que me atiende una de esas grabaciones humanas que llaman operadores. Este inútil me dice, de nuevo, y no se si percibo cierta sorna en su voz, que la línea, lo dice el sistema, es de Telefónica.

 

“¡¡Pues díselo a tus compañeros del 1002, coño, que parece que no se enteran!! ¿¿Habláis entre vosotros?? ¿¿Os comunicáis??”

“No, señora, no tenemos transfer directo con el 1002”

 

Otra vez me salen con lo del transfer. Soy un huracán de fuerza 5.

 

“Pues llama con tu móvil” le digo “que es gratis”

 

Por un segundo parece que ha dejado de limarse las uñas, la he desconcertado, pero se recupera rápido:

 

“Señora, no voy a usar mi móvil personal para llamar al 1002. ¿Le puedo ayudar en algo más?”

“¡¡¡NO!!! ¡¡¡ME PUEDES AYUDAR EN ESTO!!!”

 

E ignorandome a mi y a mi furia de fuerza 5 me dice “Le paso con el 1002”

 

“¿Ha probado a conectar la línea diréctamente al PTR?”

lunes, 27 de octubre de 2008

PSICOLOGÍA

José Ruiz es un chaval que tiene cáncer. Durante un año y medio tuvo hemorragias y varios médicos insistieron en que no tenía nada, en que eran hemorroides. Cuando se le diagnosticóo el cáncer ya era tarde.

 

Le sometieron a una intervención en el 12 de octubre. El cirujano, toda una personalidad en el mundo de la cirugía, conocido internacionalmente (en palabras de José Ruiz), acabada la intervención, le dijo: “yo te he curado”.

 

Cuando José Ruiz fue a ver a su oncólogo y le dijo lo que el cirujano le había dicho, su oncólogo le dijo “pero ¿Cómo? ¿Tú no sabes lo que tienes?” y le hizo un diagrama: Si A es vida y D es muerte, tu estás en C2, el último paso. Y con esto le dieron seis meses de vida.

 

A José Ruiz le han denegado una droga experimental porque, por su esperanza de vida, podría rebajar la cuota de éxito de la droga en su fase experimental. Bajaría la estadística.

 

¡Qué duro! Saber que hay una esperanza, una posibilidad, por remota que sea, de salvar tu vida cuando eres tan joven, y que te la denieguen para que no estropees una estadística...

 

La mujer de José Ruiz es brasileña y, allí, en Brasil, una abogada logró que le dieran ese tratamiento experimental. El tratamiento le dio tiempo y muchos efectos secundarios de toda índole. Entre ellos, una operación a vida o muerte, consecuencia de una suciedad intestinal gravísima.

 

En Brasil conoció la medicina antroposófica. Una medicina que conoce y respeta la medicina tradicional, pero que va un paso más allá. Sus médicos, formados en las facultades de medicina como los médicos convencionales, consideran al ser humano como un todo, no como la suma de las partes, y no conciben tratar el cuerpo sin tratar la mente, por ejemplo. Buscan la raiz de los problemas, de las enfermedades, al tiempo que las tratan con medicinas convencionales.

 

Hablando con los pacientes intentan determinar la causa del origen de la enfermedad, ya se trate de un catarro (una bajada del sistema inmunológico) o de un cáncer.

 

No se mucho, por no decir que no se nada, de la medicina antroposófica, pero desde hace tiempo vengo pensando que, pese a que soy una firme defensora de la sanidad en España, ésta adolece de algo esencial: psicología.

 

No puedo entender que tu oncólogo y tu cirujano no hablen entre sí. No puedo entender que tu oncólogo se sorprenda y te diga: “Pero ¿Cómo? ¿Tu no sabes lo que tienes?”. Pregunto: ¿No es tu oncólogo el que debería decirte qué te pasa, qué es lo que tienes, cuáles son tus opciones?

 

Me parece repugnante que tu médico, aquel en el que depositas tu fe y tu confianza, no te informe puntual y exhaustivamente de tus opciones. Me parece repugnante que en casos de enfermedades terminales nadie, nadie, se siente contigo para explicarte con sinceridad y con el tacto que esto requiere, qué es lo que tienes y qué posibilidades tienes.

 

Me parece repugnante que no puedas elegir porque no tienes el conocimiento, porque no sabes, porque tienes dudas, porque tienes fe. Lees tu informe y tratas de descifrarlo desesperadamente.

 

Ningún médico contesta a tus preguntas y, si lo hacen, lo hacen despreocupadamente y sin franqueza. ¿Dónde están, por ejemplo, los equipos de psicólogos de los hospitales? No hay comunicación entre departamentos.

 

Un oncólogo, tras recibir el informe de un caso difícil o terminal, debería llamar a un psicólogo (si él no se siente capaz), explicarle el infórme, informarle de las opciones y que fuera el psicólogo el que se sentara con el paciente o los familiares, una hora, dos o el tiempo que fuera necesario, para explicarles la situación, para contestar a sus preguntas y para resolver sus dudas.

 

No es justo que una persona sepa que se muere una semana antes de fallecer. No es justo cuando todo un equipo médico lo sabe hace más de un mes. No es justo que una persona no pueda elegir no recibir quimio, tratarse el dolor e irse a casa con su familia. No es justo que no tengas toda la información cuando se trata de tus últimos días y el tratamiento, agresivo y doloroso, no está destinado a salvarte la vida. No es justo que un equipo médico al que no conoces decida darte el tratamiento sin contar con tu opinión, con tu deseo. No me parece digno que uno no tenga nada que decir, que no se respeten sus voluntades en sus últimos días.

 

Y menos justo me parece que, a una semana de morir, en urgencias, la jefa de oncología, con desaire y bastante borde, te diga “pero tu ya sabes que te mueres ¿no? lo pone aquí, en el informe: tratamiento paliativo”.

 

La jefa de oncología, cuando ni ella ni nadie de su equipo te ha dicho nada en ningún momento, espera que tú leas tu informe y entiendas, sea cual sea tu clase y condición, la terminología empleada en un informe que se supone que tú ni siquiera tienes que leer.